martes, 9 de octubre de 2012

Pedagogía y sociología



El tema de la pedagogía se expone desde un ángulo social, y en función de sociólogo nos habla el autor, Emilio Durkheim, pues él considera que la educación es cosa eminentemente social, es decir, mayoritariamente o en su gran parte social. Es así como desde sus orígenes y funciones la pedagogía depende de la sociología más que de cualquier otra ciencia. Es también cierto que para poder comprender en su totalidad y de la mejor manera, cualquier principio general, se necesita avanzar en su estudio paulatina y progresivamente, según se llegue al detalle de los hechos y su aplicación de los mismos.

Durkheim señala en el primer capítulo que hasta hace relativamente poco , los pedagogos modernos coincidían en que la educación era netamente individual y, por tanto, la pedagogía era un simple corolario (no era necesaria su comprobación) inmediato y directo de la psicología.
Tanto para Kant, Mill, Herbard, como para Spencer, la educación tenía como objeto principal llegar a la máxima perfección posible del individuo realizando en cada uno de ellos los atributos constitutivos de la especie humana en general. Se estableció que había una educación conveniente a todos los hombres sin importar sus condiciones históricas y sociales. El fundamento de esta idea era que existía una naturaleza humana cuyas formas y propiedades pueden determinarse una vez por todas. El problema pedagógico se redujo entonces en la manera de ejercer la adecuada acción educativa sobre la naturaleza humana. Pero este postulado carecía de observancia al lado social, pues todo hombre que se desarrolla en sociedad se ve afectado por ésta de manera directa o indirecta; por otro lado, las condiciones sociales de cada individuo no son las mismas, por tanto no se obtienen siempre los mismos resultados.

De limitarse la vida a un destino, el hombre desde que nace es todo lo que puede ser y debe ser; o a la constitución instantánea de su ser, el educador no tendría nada esencial que añadir a la obra de la naturaleza, no crearía nada nuevo pues de nada valdría intentar cambiar el destino de cada vida si el hombre en su ser ya tiene escrita la manera de comportarse, y sobre todo, ya es lo que tiene que ser por el simple hecho de tener que serlo.
El papel de la educación se limitaría a impedir que las cualidades individuales se atrofiasen por desuso, o se desviasen de su dirección predeterminada, o se diera un desarrollo paulatino y tardío. En conclusión si esto pasara, las condiciones de tiempo, de lugar y el estado en que se encuentra el medio social carecerían de importancia para la pedagogía. Así para saber en qué sentido y de qué manera debe dirigirse el desarrollo, se deberá observar al individuo y sólo al individuo, es decir, conocer cuáles son sus facultades natas y cuál es la naturaleza de las mismas. En la realidad, la ciencia que se encarga del estudio, desde el método científico, de lo individual, es la psicología; y en ningún pueblo ha sido puesto en práctica el modo de aplicación utópico de la pedagogía, anteriormente señalado.
La educación ha sido enteramente diferente desde que el hombre se dividió en clases, así en Roma la formación de los plebeyos no era la misma que la de los patricios, incluso en la actualidad la forma de recibir educación de un hijo de obrero a un hijo de empresario difiere, no sólo por la sociedad en que se desarrolla uno y otro, sino también en los medios sociales de los que se ven rodeados uno y otro.
En efecto, la educación de los individuos no debería depender, y no depende en su totalidad, de la ubicación geográfica, o de los padres que tenga; pues por ejemplo, una familia de campesinos puede lograr otorgarle la posibilidad de estudiar una carrera a su hijo, pero claramente no será el mismo ambiente social de desarrollo del hijo de campesinos al de un hijo de abogados.
Además las profesiones mismas necesitan un modo adecuado y único de enseñanza. Cada profesión establece un medio sui generis (de su propio género) que requiere aptitudes particulares y conocimientos concretos, y como al niño se le tiene que formar acorde a la función que tendrá que desempeñar, la educación a partir de cierta edad no puede ser la misma. Este cambio se empieza a dar en el centro, países desarrollados, cada vez más precoz y más específico, dando paso a la heterogeneidad, a veces de mayor desigualdad, otras de menor.
Y para encontrar una educación plenamente homogénea e igualitaria nos debemos remontar a las sociedades prehistóricas, donde no existe ninguna diferenciación.
El autor va a demostrar por qué es un fenómeno sociológico y para ello recurre a las diferentes etapas de la historia.
Las educaciones especiales se dan porque la sociedad necesita que se diversifiquen los empleos, y  cuando llega a especializarse el hombre no lo hace porque en su interior exista algo que lo lleve a ello, sino porque el hecho de que forme parte de una sociedad lo lleva a repartirse de manera inconsciente a veces, el trabajo.
Se refleja  en la historia de la humanidad y en diversas culturas, que el hombre ha sido formado con un fin específico por ejemplo el rito de iniciación, tenía como principal propósito instruir a los adolescentes para incorporarlos a la sociedad de tal manera que este paso significaba hacerse hombre, y por tanto hacerse ciudadano. Este hecho que sin duda tiene rasgos simbólicos fue en el fondo una manera de educar al hombre como ser social de ese momento.
Así mismo en Grecia y Roma los pedagogos se encargaban de hacer ciudadanos griegos y romanos, porque las condiciones sociales así lo requerían. Si la actuación del hombre ha variado a lo largo de la historia, no ha sido porque en su naturaleza esté netamente dado el cambiar, sino porque las diferentes sociedades en las que se ha ido transformando han tenido distintas necesidades sociales. En la época antigua, había una necesidad primordial de guerreros para proteger sus ciudades; ahora en cambio se necesitan cierto número de científicos calificados, para seguir innovando, y obreros para que no se deje de producir, pues vivimos en el modelo de producción capitalista.
La educación entonces, es una forma de perpetuar a la misma sociedad, los jóvenes han de educarse de tal manera que sustituyan a sus padres. Pero como se ha dicho anteriormente, el hombre tiene la capacidad de desempeñar diversas funciones, es plástico; así pues, no podemos desarrollar con la intensidad necesaria  las facultades que corresponden especialmente a nuestra función, sin dejar que las otras se entorpezcan por la iniciación. Pero se destaca lo siguiente: el hombre, como individuo no está menos hecho para hacer que para pensar; tiene facultades físicas porque es un ser vivo y no por nada ha perpetuado, pero también ha ayudado a la perpetuación el raciocinio. Consagrándose únicamente al pensar, las sociedades alcanzaron cierto grado de desarrollo, pero sólo puede desarrollarse si el hombre deja de lado la acción. Es decir, según lo propuesto un individuo puede llegar a ser un ser pensante o un ser de acción, pero no ambas.
Es así como el autor demuestra que la sociología juega un papel importante en la determinación de los fines que la educación debe perseguir.
Sin duda reconoce que la psicología es esencial al brindarnos los mejores métodos para poder conducir a los estudiantes hacia la dirección determinada por la sociedad. Pero como los fines de la educación son sociales, los medios y métodos con los cuales pueden alcanzarse esos fines deben tener necesariamente este carácter
Siempre que hay un cambio o transformación en el sistema educativo, detrás hay una transformación social, y se da como respuesta a ciertas necesidades demandadas; es por ello que la psicología sólo podrá ayudarnos e indicarnos cuál es la mejor manera de conducirse para aplicar al niño los principios establecidos, pero no podrá hacer que los descubramos, para esto se valdrá de la sociología, complementándose una con la otra. Siendo la psicología la que nos dice cómo aprende cada individuo y la sociología la que conjunta el saber para un bien común.
El individuo pasa a ser el segundo plano de la investigación, para convertirse la sociología en el primero, yendo más allá de investigar sus componentes o analizarlos; lo que se busca ahora es que otorgue las ideas directoras que brinden sentido al obrar común

1 comentario:

  1. Argumento-Contra argumento-Opinión
    En la obra anteriormente mencionada, Durkhein propone el estudio de la educación no sólo desde la sociología, sino como factor social; pues, como lo explica en su teoría, la sociedad forma a cada uno de sus miembros justo como los necesita para que el modelo existente de ese momento siga siendo el mismo.
    Pero si en cierta forma esto es verdad, pues es necesario para que la sociedad siga produciendo y satisfaciendo sus necesidades para poder en algunos casos sobrevivir; también es verdad que la educación, tal vez no en su totalidad, pero sí en gran parte se debe brindar con un sentido de individualidad pues cada uno de los sujetos de la sociedad es diferente y único(no sólo desde el aspecto psicológico), por tanto cambia desde la percepción hasta el actuar de cada uno de ellos.
    En mi opinión, esta obra cautiva al lector, pues Emilio Durkhein habla del proceso de educación, mientras que algunos otros estudian la imitación, o la racionalización del proceso; así, se vuelve interesante ver el enfoque que tiene el texto: la inclusión de la sociología y la psicología en la educación, pedagogía, para formar individuos capaces de brindar el desarrollo que necesita su sociedad; aunque a veces las condiciones para crecer no sean las mismas entre individuos.

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